Cuando empiezas a informarte
sobre los verdaderos efectos de muchos químicos que forman parte de la
cosmética que utilizamos a diario, te parece mentira que estén aceptados por
los organismos que se supone deberían velar por nuestra salud. Claro que a
estas alturas y respecto a dichos organismos, he dejado de vivir en “el país de
las maravillas” ya que no están al servicio de la gente si no al de las
multinacionales cuyo único objetivo es el enriquecimiento sin medida a costa de
la salud de las personas, animales y medio ambiente.
Empiezas a revisar todos esos
componentes uno a uno, descubriendo que en cada casa tenemos un enorme arsenal
de venenos por los que encima pagamos y que son responsables como mínimo, de las
crecientes alergias que sufrimos cada día, sin hablar de los efectos mucho más
graves que a largo plazo, estos ingredientes pueden provocar.
La respuesta de muchas personas
es que estos productos, elaborados con estos componentes, son en realidad mucho
más baratos que los de la cosmética natural. Y es cierto. Pero si fuéramos
conscientes de que estamos pagando por envenenarnos poco a poco, ¿merecería
realmente la pena pagar por ello, o por productos que nutren y alimentan nuestra
piel y nuestra salud?
Creo firmemente que es una
cuestión de información. Que no sabemos y que en ocasiones no queremos saber
porque nos asusta y parece increíble que los que deberían velar por nuestra
salud se dedican realmente a otros intereses. Pero es tu salud y la de los tuyos
la que está en juego. Por no hablar de las salvajadas que se hacen en los
laboratorios donde se testan estos productos en los animales. Y lo que generan
sus residuos en el medio ambiente.
Pero si la razón es que no puedes
pagarlos, aprende a hacerlos. Te aseguro que no es tan difícil. Ciertamente la
cosmética natural no puede competir a nivel de precio con la química, ya que
sus materias primas son mucho más costosas, pero no te olvides del precio a
pagar por permitir que el veneno, por el que encima pagas, entre en tu casa y
en tu piel.
Te animo tan sólo a que te
informes, y entonces serás libre de elegir. Hay muchos listados que te explican
los efectos de cada uno de esos componentes químicos que utilizas cada día. A
continuación te describo algunos de ellos que son frecuentes en la cosmética
química.
Glicol de propileno, que
se encuentra en el anticongelante para el radiador de su coche, desinfectantes
para manos, cremas hidratantes, cremas de afeitar, desodorantes y productos
para bebés
Formaldehído, alto
riesgo de ser cancerígeno, fuerte irritación en los ojos, garganta, y pulmones.
Sodio-lauril-sulfato,
sodio- dodecyl-sulfato u otro sucedáneo, no piense nunca que la espuma es
signo de limpieza. Revise su champú, pasta de dientes, enjuagues bucales. Se
absorbe por la piel, se almacena en los tejidos del corazón, hígado, pulmones,
sistema inmune y material genético. (Negado por la sociedad americana del cáncer www.cancer.org ). No
obstante los resultados científicos arrojan otros resultados.
Propilén-glicol,
(PG), Polietilén-glicol (PEG), Butilén-glicol (BG), etilén-glicol (EG) Productos
usados cómo surfactantes o productores de espuma, solventes y humectantes. El
BG, ha sido eliminado de la lista por considerarlo seguro. Comprobadamente
cancerígenos, irritan y secan la piel (paradójicamente), causan cefaleas,
alergias.
Estos son tan sólo algunos de
ellos, pero hay muchos más.
Frente a estos, la cosmética
natural utiliza productos que nos ofrece la naturaleza y que no sólo no dañan
nuestra salud ni la del medio ambiente, sino que sus principios activos
potencian nuestra salud. No olvidemos que lo que nuestra piel absorbe en pocos
minutos está en nuestro torrente sanguíneo. Es en realidad nuestro “tercer
pulmón”.
La elección está en tu mano. No
la dejes en manos de aquellos para los que las personas, los animales o el
planeta, son sólo fichas en su juego de enriquecimiento a toda costa. Sal del
tablero, infórmate y decide. Veneno o Medicina, cosmética natural o química.
¿Tiene precio nuestra Salud? Que la respuesta sea realmente tuya.
Lacrem de Lacrem
gracias. me ha abierto los ojos. tendré más cuidado con lo que compro
ResponderEliminarGracias Vicente.
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